Radiación ultravioleta

La radiación ultravioleta (UV) es parte del espectro de radiación electromagnética emitida por el sol. Se divide según su longitud de onda en: UVA entre 400 y 320 nm, UVB entre 320 y 290 nm y UVC entre 290 y 200 nm. La UVC es totalmente absorbida por el ozono atmosférico, por lo que tiene una mínima penetración en la superficie terrestre; la UVB es absorbida en torno a un 90% por el ozono atmosférico, y la UVA pasa a través de la atmósfera apenas sin modificaciones. Por tanto, las radiaciones ultravioletas importantes en términos de salud son la UVB y UVA.

Entre los factores medioambientales que influyen en el nivel de radiación ultravioleta se encuentran: la altura del sol (a mayor altura, mayor nivel de radiación), latitud (a mayor proximidad al ecuador, mayor nivel de radiación), presencia de nubles (a menor presencia, mayor radiación), altitud (con cada incremento de 1.000 metros de altitud, incremento entre 10-12% en los niveles de radiación), presencia de ozono (a menor presencia de ozono estratosférico mayor radiación ultravioleta) y reflejo en la superficie terrestre (la nieve puede reflejar hasta un 80% de la radiación y la arena de las playas en torno a un 15%).

Pequeñas cantidades de radiación ultravioleta son esenciales para la producción de vitamina D. Sin embargo, la sobre-exposición a esta radiación puede provocar efectos agudos y crónicos en la salud, particularmente en la piel, los ojos y el sistema inmune.

Principales efectos de la radiación solar UV sobre la salud:

Categoría Efectos
Efectos cutáneos

Melanoma maligno, cáncer de piel no melanocítico: carcinoma basocelular, escamocelular

Quemaduras solares

Dermatosis solar crónica

Fotodermatitis

Efectos oculares

Queratitis y conjuntivitis actínica aguda

Degeneración esferoidal de la córnea

Cáncer de córnea y conjuntiva

Opacidad del cristalino (catarata): cortical, subscapsular posterior

Pterigio

Melanoma uveal

Retinopatía actínica aguda

Degeneración macular

Efectos sobre la inmunidad y las infecciones

Supresión de la inmunidad celular

Mayor susceptibilidad a las infecciones, menor eficacia de inmunización preventiva

Activación de infecciones víricas latentes

Otros efectosProducción cutánea de vitamina D

Prevención de raquitismo, osteomalacia y osteoporosis

Posible efecto beneficioso en la hipertensión, cardiopatías isquémicas y la tuberculosis

Posible disminución del riesgo de esquizofrenia, cáncer de mama o cáncer de próstata

Posible prevención de la diabetes tipo I

Alteración del bienestar general

Ciclos de sueño-vigilia

Trastorno afectivo estacional

Estado de ánimo

Además de los efectos anteriores, existen una serie de factores individuales que incrementan la vulnerabilidad como el color de la piel, siendo las personas de raza blanca y piel clara más vulnerables, el comportamiento sociocultural vinculado a la exposición al sol (uso de protección en piel y ojos,…), el funcionamiento del sistema inmune que sitúa a los niños, las personas mayores y personas inmunocomprometidas como grupos más vulnerables, y factores profesionales como el trabajo en ambiente exterior.