Infecciones
Las condiciones generadas por las inundaciones de la DANA exponen a la población a diferentes riesgos para la salud en las zonas afectadas. Entre los diferentes problemas para la salud que pueden aparecer en el corto y medio plazo y que tienen relevancia en términos de salud pública son las enfermedades infecciosas. Para llevar a cabo la vigilancia epidemiológica de estas enfermedades, se ha desarrollado un protocolo para la dectección precoz de los posibles casos que puedan aparecer tras las inundaciones (Ver información adicional).
Es aconsejable que las personas que pueden presentar una mayor vulnerabilidad en términos de salud no participen en labores de limpieza, como pueden ser los niños/as, las personas de edad avanzada, las embarazadas o las personas con enfermedades respiratorias, alérgicas o inmunodeprimidas.
Síntomas de alarma
Ante cualquier signo de alarma o empeoramiento tras haber estado expuesto/a a zonas inundadas o haber participado en las tareas de limpieza, busca atención sanitaria lo antes posible.
Mantente alerta ante la aparición de cualquiera de los siguientes síntomas:
- Fiebre elevada y persistente.
- Diarrea o vómitos intensos o persistentes, o si implican deshidratación (sequedad de boca o disminución de la orina).
- Dolor abdominal intenso.
- Coloración amarillenta de la piel y/o los ojos.
- Orina oscura.
- Tos persistente o dificultad para respirar.
- Erupciones rojas o púrpura en la piel que puedan indicar sangrado bajo la piel.
- Dolor de cabeza intenso o rigidez de cuello.
- Confusión, desorientación o agitación.
- Heridas abiertas o lesiones, especialmente si presentan signos de infección (enrojecimiento, hinchazón, secreción o dolor).
- Nivel de estrés o ansiedad que te sobrepasa.
Si observas que otras personas de tu entorno presentan síntomas similares a los tuyos, comunícalo también a un profesional sanitario lo antes posible.
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Enfermedades transmitidas por agua y alimentos
Las inundaciones graves pueden aumentar las infecciones que se transmiten por el agua y los alimentos. Este riesgo se puede deber por la afectación de los sistemas de alcantarillado, la contaminación del agua por el arrastre de excementeos de animales presentes en el suelo, el desbordamiento de las aguas residuales o falta de agua potable y saneamientos suficiente. Esto supone un riesgo, además, a la hora de seguir unas prácticas de manipulación de alimentos, durante el cocinado o a la hora de consumir alimentos que pueden haber estado expuestos al agua de la inundación. El riesgo es mayor entre las personas involucradas en actividades de limpieza, particularmente las que realizan labores de limpieza directa o cruzan áreas inundadas o previamente inundadas, donde pueden permanecer los microorganismoas patógenos en el suelo o en superficies contaminadas.
El consumo de agua o alimentos contaminados puede provocar la aparición de espisodios de gastroenteritis aguda con diarreas y vómitos fundamentalmente que suelen desaparecer por sí solos y cuyo manejo consiste en mantener unos niveles de hidratación adecuados.
Para reducir el riesgo de infección por exposición a agua o alimentos contaminados, sigue las siguientes recomendaciones:
- Protege ojos, nariz y boca para evitar el contacto con agua contaminada. Usa protección ocular, guantes, a ser posible de trabajo para evitar heridas, y mascarilla de tipo FFP2, N95 o quirúrgica. Si se mancha el material de protección con agua contaminada o residuos, lávalo con agua y jabón si es posible o recámbialo.
- Mantén siempre las manos limpias usando agua y jabón, especialmente antes de los descansos, de usar el móvil, de comer o al finalizar los trabajos de limpieza. Si no tienes jabón, puedes usar un gel hidroalcohólico siempre después de limpiar la suciedad visible con agua. Es importante no tocarse la cara ni con los guantes ni con las manos sucias.
Algunos de los patógens implicados en estos cuadros con virus como norovirus, hepatitis A y rotavirus; parásitos como Cryptosporidium spp. y, en menor medida, Giardia spp.; y bacterias como Campylobacter spp., Escherichia coli., Salmonella spp. y , en menos medida, Shigella spp., además de Clostridioides difficile.
Leptospirosis
La enfermedades transmitidas por animales pueden aumentar tras un desastre natural, y una de las que destaca después de unas inundaciones es la leptospirosis. Esta bacteria puede transmitirse por contacto con aguas de inundación, tierra húmeda o lodos contaminados con orina o tejidos de animales infectados, siendo las ratas el reservorio más frecuente, y puede entrar en el organismo a través de lesiones en la piel o a través de las mucosas.
La mayoría de los casos suelen ser leves y autolimitados con fiebre, malestar general y dolore musculares, aunque algunos casos pueden evolucionar a formas más graves. Existe un tratamiento antibiótico frente esta infección que resulta más efectivo si se administra en los primeros días.
Infecciones respiratorias
En un contexto de lluvias torrenciales que afectan a la red de suministro de agua, el uso de tuberías y tanques de agua temporales, así como la dificultad temporal de cumplir con los requisitos sanitarios para la prevención y control de enfermedades infecciosas, puede aumentarse el riesgo de casos esporádicos brotes de infecciones respiratorias. Además, durante las labores de limpieza y recuperación en las áreas afectadas por la inundación, pueden generarse aerosoles a partir del suelo o sedimentos contaminados.
El principal patógeno implicado en estas situaciones es la bacteria Legionella pneumophila que puede producir legionelosis, una enfermedad de origen ambiental que se transmite por aerosoles de agua contaminada. Esta enfermedad puede cursar con cuadros leves y autolimitados, con síntomas similares a la gripe, o cuadros más graves llegando a producir neumonía que pueden requerir tratamiento antibiótico y hospitalización en algunos casos.
Otros virus respiratorios como la gripe, la COVID-19 o el virus respiratorio sincitial no ven aumentado su riesgo a consecuencia de las inundaciones, si bien la movilidad de la población y la aglomeración de personas en espacios cerrados puede aumentar el riesgo de transmisión de estas enfermedades. Se deben seguir las recomendaciones habituales de ventilación, protección y vacunación, especialmente en población vulnerable.
Enfermedades inmunoprevenibles
Tras las inundaciones y debido a las tareas de limpieza realizadas tras ellas, puede incrementarse el riesgo de algunas infecciones para las que existe vacunación en los casos indicados.
Para más información, ver apartado vacunas
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