Vacunas

Las inundaciones y los daños materiales, humanos y animales asociados conllevan un potencial riesgo de enfermedades transmisibles. La toma de decisiones en cuanto a las recomendaciones de vacunación ha de estar guiada en función de los riesgos epidemiológicos de la población afectada y de los factores contextuales, que pueden ir variando con el paso del tiempo.

En situación de catástrofe, la necesidad prioritaria es mantener las coberturas de las vacunas incluidas en el calendario de vacunación a lo largo de toda la vida y para grupos de riesgo, para asegurar que la población esté protegida frente a cualquier amenaza de enfermedades inmunoprevenibles, centrándose especialmente en la población vulnerable.

En el momento actual, las principales enfermedades inmunoprevenibles son el tétanos y la hepatitis A.

  • En cuanto al tétanos, las inundaciones pueden ocasionar lesiones en la piel que la exponen a aguas y objetos contaminados, no solo en la fase aguda, sino en las tareas de limpieza y desescombro secundarias, llevadas a cabo por la población local, voluntarios o profesionales implicados en la emergencia. Por tanto, existe un incremento del riesgo de aparición de casos de tétanos cuya probabilidad depende de factores como las características de la herida, el número de dosis recibida y el tiempo desde la última dosis. La decisión de vacunación debe ser individualizada y valorada por un profesional sanitario en función de las recomendaciones existentes. En países como el nuestro la aparición de la mayoría de los casos suele ser en personas mayores de 60 años que, según el último estudio de seroprevalencia disponible, es el grupo de población con peor protección serológica.
  • En cuanto a la hepatitis A, se trata de una enfermedad viral transmitida a través del consumo de alimentos y agua contaminados, como ocurre tras una inundación. En España, la población nacidad en 1967 y años anteriores se considera protegida de forma natural por haber pasado la infección en el pasado. La presencia del virus de la hepatitis A en España es baja, por lo que no sería necesario realizar campañas de vacunación para toda la población.

Recomendaciones e vacunación

  • En este momento, no se considera que sea necesario realizar campaña de vacunación masiva frente a ninguna enfermedad inmunoprevenible.
  • Asegurar que se mantiene la administración de vacunas según el calendario de vacunación a lo largo de toda la vida, para mantener las coberturas de vacunación y asegurar la protección de la población.
  • Revisar el historial de vacunación de las personas que acuden a los servicios sanitarios y de los voluntarios desplazados, para realizar las correcciones de calendario oportunas, sobre todo en relación a aquellas enfermedades inmunoprevenibles con mayor riesgo: tétanos, triple vírica, varicela, hepatitis B.
  • Mantener la vacunación de las campañas de vacunación estacional, frente a COVID-19 y gripe, y la inmunización frente a VRS (nirsevimab en población infantil).
  • Identificar en los servicios sanitarios los grupos de población más vulnerable por su mayor riesgo de padecer enfermedad grave (personas mayores, aquellas con enfermedades crónicas, con inmunodepresión, población infantil, embarazadas, etc.). Se administrará la vacunación pertinente según la condición siguiendo las recomendaciones vigentes.
  • Revisar y actualizar el estado de vacunación del personal sanitario y de servicios esenciales (especialmente Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con dependencia nacional, autonómica o local, bomberos, personal de protección civil) y del personal específico involucrado en la gestión de las aguas residuales o trabajos en el subsuelo, especialmente la vacunación frente a tétanos y hepatitis. Solo se requerirá vacunación frente a hepatitis A en personal esencial que trabaje con aguas residuales o en el subsuelo. En caso de un brote de hepatitis A u otra enfermedad inmunoprevenible, se seguirán los protocolos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica.
  • En el caso de heridas o laceraciones, el personal sanitario tiene que considerar el riesgo aumentado de tétanos en función del tipo de herida, el número de dosis recibidas y el tiempo desde la última dosis, y revisar especialmente la vacunación, realizando la corrección de calendario necesaria. Se tendrá en cuenta la menor protección de las personas de 60 y más años de edad.
  • Concienciar tanto a la población como al personal sanitario para que extremen las medidas higiénico sanitarias de protección porque, aunque el riesgo de transmisión de enfermedades inmunoprevenibles es bajo, éste aumenta en caso de inundaciones.

Información adicional

Recomendaciones de vacunación e inmunización en el contexto de las inundaciones ocurridas tras la DANA Archivo pdf.  Se abrirĂ¡ en una ventana nueva

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